Los 20 años de la Academia Argentina

La primera de las instituciones en su especialidad en América latina.

Desde su fundación, el 16 de junio de 1995, hasta este XX aniversario, la Academia Argentina de Gastronomía, una asociación civil sin fines de lucro dedicada a la investigación, práctica y divulgación de las cocinas y actividades gastronómicas y turísticas de las provincias, regiones y pueblos de la República Argentina, ha ocupado un valioso espacio dentro del universo nacional de la gastronomía.

Nació como la primera de las academias en su especialidad en América latina, y hoy continúa desarrollando, bajo la presidencia de María Podestá, una incansable actividad de custodia de la gastronomía regional a través de una importante tarea de divulgación, porque el acervo de las costumbres alimenticias indudablemente expresa genuinos aspectos de la cultura nacional. La prestigiosa institución trabaja en la preservación de la pureza de muchas tradiciones gastronómicas de nuestro extenso territorio para difundir aquí y en el extranjero las características y aspectos más relevantes de la gastronomía nacional.

Asimismo, la Academia sostiene y privilegia con becas, donaciones, cursos y seminarios en destinos internacionales a aquellos estudiantes que se distinguen en su especialidad. Muchos de estos becarios regresan luego al país argentino para volcar en sus propios restaurantes todo lo aprendido. Y a esto se suma, además, otro valioso fenómeno: que un gran número de sus egresados estén a cargo de los grandes restaurantes del mundo.

Desde controles de calidad en los viñedos hasta la verificación del refinamiento de los aderezos, se valoriza el trabajo de centenares de casas de comida y se acompaña a las distintas marcas en sus esfuerzos por generar productos de mejor calidad. Se relevan también centenares de parrillas y pizzerías de la extensa Argentina, y se promueven tours turísticos con perfiles fuertemente gastronómicos.

A la sombra de estos divulgadores y cuidadores del conocimiento gastronómico, ha crecido una generación de jóvenes cocineros que tallan fuerte junto a los grandes del mundo. Año tras año, se los premia reconociendo en el arte de cocinar al mejor periodista gastronómico, al mejor restaurante, al mejor cocinero y a la mejor bodega. En función de estas tareas docentes, entre otras, se ha conseguido instalar a la Argentina como un país de paladar refinado para millones de turistas que llegan buscando platos genuinos y vinos reconocidos.

Cabe esperar que la celebración de estas bodas de porcelana, material que tantas veces sabe guardar las delicadezas de la cocina, sea un estímulo para que la Academia Argentina de Gastronomía continúe desempeñando un papel de fiscalización y mecenazgo destacado dentro del universo gastronómico de Argentina.

 

fuente: www.lanacion.com.ar

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